Complicaciones relojeras Blancpain Parte 1
Timeless Elegance

Complicaciones relojeras Blancpain Parte 1

Las complicaciones son la máxima expresión del arte relojero. Su ejecución precisa de unas competencias de alto nivel, reunidas todas ellas en el corazón de la Manufactura Blancpain. Nuestras colecciones incluyen calendarios (completos, anuales o perpetuos), fases de la luna, fecha, ecuaciones del tiempo, doble huso horario, alarma, tourbillons, carruseles, cronógrafos (con ratrapante, monopulsante o flyback), horas saltantes, minutos o segundos retrógrados, profundímetros o repeticiones de minutos (con o sin autómatas). La combinación de varias de estas complicaciones en un misimo reloj también forma parte del acervo técnico de Blancpain.

Nuestros movimientos, desarrollados y producidos internamente (una hazaña sin igual en el universo de la relojería), dan fe de los excepcionales conocimientos y el dominio de la técnica que atesoramos en nuestra Manufactura.

Repetición de minutos

Esta complicación es una de las cumbres del arte relojero. Originalmente creada para saber la hora en la oscuridad, es una de las complicaciones más difíciles de realizar y se mantiene entre las más valoradas.

A través de un complejo mecanismo, que consta de una memoria mecánica y dos timbres golpeados por martillos accionados por un gatillo, los relojes con repetición de minutos permiten escuchar la hora mediante dos tonos: un sonido grave señala las horas; un sonido agudo seguido de uno grave indica los cuartos; y un sonido agudo cada minuto. Para garantizar la pureza y la musicalidad de la sonería es imprescindible llevar a cabo una minuciosa selección de los metales y ajustar manualmente cada movimiento. La construcción de un reloj con repetición de minutos alcanza un nivel tan alto de exigencia que solo salen de los talleres de Le Brassus un número muy reducido de piezas al año, todas ellas numeradas.

Carrusel

Olvidado por los grandes nombres de la relojería durante más de un siglo, el carrusel se concibió para reducir los efectos causados por la gravedad en la marcha del movimiento. Constituye, por tanto, una alternativa al tourbillon, aunque su diseño es completamente diferente. El carrusel está conectado al barrilete por dos trenes de rodajes. El primero proporciona la energía necesaria para hacer funcionar el escape y el segundo controla la velocidad de rotación de la jaula.

Al rescatar esta complicación y darle una nueva vida, reduciéndola al tamaño de un reloj de pulsera, Blancpain marca un hito en la historia de la relojería. Nuestro Carroussel Volant une Minute es el primero cuya jaula da una vuelta completa en un minuto. Este nuevo concepto, presentado en 2008, no solo aportó numerosas primicias mundiales, sino que sigue siendo único en el mundo de la relojería. Una abertura practicada en la esfera a la altura de las 12 horas deja ver el carrusel y permite que el propietario del reloj admire este ingenioso sistema. Además, una elegante presentación resalta el mecanismo, en el que el puente superior adopta la forma de una aguja para indicar los segundos.

Tourbillon

El tourbillon es una de las innovaciones relojeras más destacadas del siglo XVIII. Esta complicación compensa los efectos de la gravedad terrestre sobre la precisión del reloj integrando el órgano regulador (volante, espiral y escape) en una jaula giratoria. En su ejecución más clásica, la jaula realiza una vuelta por minuto. Como el conjunto gira en todas las posiciones verticales, está sometido en igual medida a las fases de aceleración y desaceleración. Así se compensan y anulan los efectos de la gravedad

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