Los anillos de compromiso tienen su origen en el antiguo Egipto y Grecia, pero más tarde se formalizaron en el imperio romano.
Se cree que las mujeres de la antigua Roma empezaron a llevar anillos de compromiso con pequeñas llaves, como símbolo de propiedad y compromiso mutuo de amor y obediencia. El matrimonio formaba parte del sistema legal romano, por lo que el anillo también representaba un contrato entre la pareja y sus familias.
El oro como el material para la fabricación de los anillos
El oro se convirtió en el material preferido para los anillos de compromiso romanos en torno al año 200 a.C. También se encontraron anillos de compromiso de oro en las ruinas de Pompeya; en esta época, las mujeres solían llevar dos anillos de compromiso: uno de hierro en casa y otro de oro cuando salían a pasear.
Hacia el año 860, el Papa Nicolás I proclamó que un anillo de compromiso simbolizaba la intención de un hombre de casarse. También dijo que el anillo que el hombre daba a su prometida debía representar un compromiso financiero. Esto explica por qué el oro se convirtió en el material preferido para los anillos.
El origen de la tradición de regalar un anillo de compromiso con diamantes
Nadie sabe con certeza quién fue el primero que decidió utilizar un anillo de compromiso con un diamante, pero se le atribuye al archiduque Maximiliano de Austria. En 1477, le propuso matrimonio a María de Borgoña y le regaló un anillo engastado con diamantes largos y estrechos montados en forma de letra M. Aunque probablemente esto marcó el inicio de los anillos de compromiso con diamantes, pasarían cientos de años antes de que se convirtieran realmente en una tendencia.
El grabado en los anillos
Los anillos llevaban inscripciones religiosas, de amistad o románticas. Al principio se escribían en la parte exterior de la banda, pero más tarde se trasladaron al interior. En esta época también se utilizaban como anillos de compromiso, normalmente de plata. A veces, el anillo de plata se cambiaba por uno de oro durante la ceremonia nupcial.
¿Cuándo se volvieron populares los anillos de compromiso con diamantes?
En la década de 1940, los hombres empezaron a llevar anillos para recordar a sus seres queridos en tiempos de guerra. De ahí surgieron las alianzas para hombres y las ceremonias de boda con dos anillos. Para entonces, los anillos de compromiso también se habían convertido en una de las principales cosas que vendían las joyerías.
En 1947, la compañía De Beers creó una campaña publicitaria con la ya famosa frase "Un diamante es para siempre". Al mismo tiempo, las estrellas de Hollywood lucían anillos de compromiso de diamantes en las películas y en su vida cotidiana.
En el mismo siglo, los puritanos ingleses intentaron eliminar de la Iglesia de Inglaterra las influencias católicas romanas. Esto incluía el uso de alianzas en las ceremonias matrimoniales.